¿Están sobreviviendo nuestras lenguas?
Por: Bernardo
Chango
Los
investigadores de las lenguas indígenas sobre la permanencia de las mismas,
como muestra INEC con los censos nacionales, muestran como ha disminuido tanto
la población indígena, como el número de hablantes de las lenguas ancestrales.
En el caso de la lengua kichwa varios estudios recientes muestran como sufre un
permanente desplazamiento de la lengua español y como en los ámbitos familiares
se van convirtiendo en un medio que limita hablar el kichwa, la misma que está
llevando al monolingüismo español (Floyd, 2004, Garcés, 2004).
En los
Centros Educativos Interculturales Bilingües se muestra la tendencia a la
pérdida de las lenguas ancestrales entre los estudiantes de diversas edades
(Beijsterveldt, 2003), las razones son entre otras, los padres sugieren a los
docentes que no enseñen, argumentando que los hijos tienen que hablar el
español fluidamente, lo que ellos no han logrado hacer; los negocios o el
comercio en las ciudades se hace en español y no en lengua ancestral; para
ingresar a cualquier trabajo necesitan hablar bien el español; y las lenguas
ancestrales se utilizan son en el medio familiar, porque en las instituciones
públicas y privadas, medios de comunicación hablada, escrita, televisiva y las
redes sociales utilizan el español.
Los
investigadores Floyd, Garcés y Haboud, luego de realizar comparaciones de
varias comunidades kichwa hablantes, “comentan que en las poblaciones más
cercanas a los centros urbanos hay un uso considerable del español en el ámbito
familiar”, para no ser discriminados por vecinos blanco mestizos que conviven,
por lo que no visten con la ropa de su cultura, no hablan su lengua materna,
van dejando las costumbres y tradiciones propias, mejor van adaptando las de
otra cultura.
Con los
docentes en los establecimientos educativos, “hay una tendencia generalizada a
usar la lengua kichwa en funciones específicamente prácticos, como saludar al
profesor y a los visitantes en su lengua materna, pero no pueden sustentar una
conversación” (Garcés 2002). La razones por lo que presenta esta situación son
por cuanto los docentes somos preparados en un sistema educativo tradicional,
política lingüística monolingüe, contenidos educativos en su totalidad de la
cultura hispana, ausencia completa de los contenidos de las culturas
ancestrales, no ha existido la formación en identidad cultural, saberes
ancestrales, cosmovisión andina, el manejo sistemático de las lenguas
ancestrales, para que puedan compartir con sus estudiantes y en su mayoría no
pertenecen a las culturas ancestrales.
Por otro lado,
“los padres de familia, por el fenómeno de la globalización en algunas ocasiones
no quieren que sus hijos aprendan kichwa, sino el español y el inglés, porque
la tecnología nos pisa los talones, la computación, los libros, todo viene en
inglés, imagínese si no nos formamos bien, entonces seguimos atrasados. Los
padres en los en el medio familiar exigen hablar el español a sus hijos, porque
ellos no han logrado dominar dicha lengua” (Haboud, 2002).
Todo esto nos
está llevando a la influencia de la lengua español que tiene estatus social, a
las lenguas indígenas que no tiene este grado, ejemplo: trabaja-na, curri-na,
levanta-na, … utilizando el morfema kichwa –na a las raíces verbales en español
y a veces cambiando los vocales. Así, a corto plazo la lengua kichwa y otras
lenguas ancestrales continuarán recibiendo transferencia de términos completos
del español a veces deformando las palabras kichwas, por ende la lengua kichwa
que es minorizado será estrangulado por la lengua con estatus social, que es el
español.
Para salir de
esta situación crítica de nuestras lenguas ancestrales, es necesario
implementar una Política Lingüística para un país pluricultural, plurinacional
y multilingüe, buscando el estatuto social. Responsabilizar de la
revitalización y su difusión de todos los estamentos públicos y privados,
difundir en forma equitativa por los medios de comunicaciones tradicionales y
digitales. El sistema educativo intercultural Bilingüe lleve el proceso
educativo en las lenguas maternas de cada nacionalidad factible de aplicación.
Salasaka, 28
de mayo de 2018